La familia reconstituída

Mamá se vuelve a casar…

¡Hola! Si hubiera sabido con antelación las dificultades con las que me iba a encontrar a la hora de reconstituir mi familia cuando me casé por segunda vez después de mi divorcio, no sé si hoy estaría escribiendo estas líneas. Y dentro de esas dificultades, nosotros no hemos tenido grandes problemas, todo sea dicho.

familia

En primer lugar, existía un cansancio previo debido a los retos que supone ser madre después de un divorcio y ocuparse de casi todo, o todo, una sola.

En segundo lugar, existía una contaminación durante los primeros años de mi nueva relación, por parte del padre y ex marido despechado que cargaba las tintas contra nuestra relación, complicando la relación de mi hija con el que hoy es mi marido.

En tercer lugar, la situación es difícil para todos: para los niños sobre todo, para los padres o madres de los niños que recomponen su hogar y para la nueva pareja.

¿Cómo conseguimos llevarnos bien y ser una familia? Pues con paciencia, con ayuda profesional y algún enfado 😉

  1. Me considero una madre muy cariñosa, responsable pero también exigente y severa en su justa medida. Quiero decir con ello que a mi hija le pongo límites adecuados a su edad desde el inicio de su educación y no cambié eso ni cuando me divorcié ni cuando recompuse mi vida «por hacerle el gusto». Yo escuchaba sus quejas y desacuerdos con atención, pero le explicaba, a su manera, que las decisiones las tomaba yo, que agradecía sus opiniones, pero que el camino de mi vida, cómo y con quién lo caminaba, lo decidía yo y que siempre pensaría en su bienestar. Primer consejo: escuchar a los niños, darles importancia, intentar comprender lo que les pasa pero tomar nosotros como adultos las decisiones. Esto es importante, porque según la edad del niño, puede pensar que la nueva relación rompe todas las esperanzas de reconciliación de sus padres. Por lo tanto, hay que escuchar con mucha atención lo que sienten, cómo lo expresan y ayudarlos a comprender la nueva situación.
  2. Al principio de la convivencia, la nueva pareja, sobre todo si no tiene hijos, está más perdida que un pulpo en un garaje. No sabe cómo actuar: si consentir, si reprender, si no hacer nada… La nueva pareja, desde el principio debe actuar con naturalidad, más o menos en la misma línea de cómo querrá verse dentro de la relación cuando por fin la familia reconstituida «funcione». De nada sirve empezar siendo consentidor para luego cambiar a exigente. Los niños necesitan estabilidad, y una forma de manifestarla es manteniendo el mismo criterio durante su educación. Segundo consejo: mantener el rol y el criterio de cada adulto dentro de la nueva familia. Normalmente yo soy el «poli malo» 😉
  3. La edad del niño: si todavía no es adolescente, todo será más fácil. Los menores de 10 años son más receptivos a un nuevo adulto en el hogar, sobre todo si es una buena influencia para ellos. Al principio, los niños sienten celos, nombran demasiado al progenitor ausente con el que creen que compite la nueva pareja y ponen a prueba la paciencia de todos. No hay que perder la paciencia, debemos recordar que la situación es difícil para ellos y la nueva pareja debe ir de menos a más: con el mismo criterio pero poco a poco. Tercer consejo: mucha paciencia y no caer en las provocaciones de los niños.
  4. Las niñas suelen aceptar con dificultad la nueva pareja de la madre (la palabra padrastro me horroriza). Se sienten incómodas, sienten que traicionan a su padre si son demasiado cariñosas con el nuevo miembro de la familia. Es cuestión de tiempo, no hay que forzar la situación ni tampoco desanimarse. Con mucho cariño, se irá dando cuenta de que su padre seguirá siendo su padre y que no pasa nada por llevarse bien con la nueva pareja de su madre. Cuarto consejo: no desanimarse si los niños no son cariñosos con el nuevo miembro de la familia, es normal y necesitan tiempo.
  5. Hay situaciones y momentos que no se deben perder y son: un tiempo para la pareja sin niños, esto es fundamental en cualquier familia, reconstituida o no. Que el niño pase tiempo de calidad y suficiente con el progenitor ausente para no sentir el abandono de ninguno de sus padres. Y por último, la nueva familia también tiene que hacer cosas divertidas juntos, como vacaciones, algún viaje o alguna actividad que entusiasme al niño. Quinto consejo: tiempo de calidad con el niño y tiempo de calidad para la pareja.
  6. Por último, cuando el progenitor ausente ataque la nueva relación y manipule al niño, es muy importante que la nueva relación se muestre ante el niño como una unidad indisoluble. En esa unidad estará su madre (o su padre) y le costará aceptar que el otro progenitor la ataque. Entonces será el mismo niño el que con su actitud de no escuchar o sentirse incómodo, conseguirá que el otro progenitor deje de atacar la nueva relación. Sexto consejo: fortalecerse ante la adversidad.

Lógicamente no se trata de una fórmula mágica, cada nueva familia debe buscar su manera de recomponerse con éxito. Si tuviera que elegir algún «básico» me quedaba con: muchísimo amor en el hogar, muchísima paciencia, mantener los límites y ayuda profesional.

Puedo decir que hoy por hoy somos una familia feliz, mi hija adora a su padre, pero también adora estar con su madre y su nueva familia, está feliz con la llegada de su hermanita y tenemos los mismos inconvenientes que cualquier familia educando a una niña preadolescente de casi 11 años.

Que nadie se desanime, pero los expertos están de acuerdo en que se tarda una media de 3 años en que una familia reconstituida «funcione». A nosotros nos tomó unos dos años, pero es una labor continua, nunca se acaba, ya que educar un hijo y mantener un hogar estable es tarea de todos y del día a día.

Cuéntame, ¿tu familia es reconstituida o conoces alguna? ¿Cómo les va?

Gracias por leer hasta aquí.

3 comentarios sobre “La familia reconstituída

  1. hola, acabo de descubrir tu blog, me llamo maria, tengo 47 años , separada con una hija, rehice mi vida con un persona maravillosa, pero mi primer marido no nos lo puso facil en ningun sentido… cuanto dolor! para mi,para mi hija, me identifico tanto contigo, un abrazo…

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    1. Hola María, la vida nos lo pone difícil a veces. Y una vez superado todo se ven las cosas con otra perspectiva. Pero mientras está una en el ojo de huracán parece que no hay salida. Pero sí la hay: se puede ser firme pero con corazón. Pon el corazón en todo lo que hagas y que tu nueva familia funcione como una sola cosa. Es más fácil tirar a un peón que a un batallón, ¿no? Que tu nueva familia y tú forméis un batallón, así será casi imposible, tumbar vuestra felicidad. Gracias por leerme 😍😍😍 Solo por tus palabras ya me merece la pena ❤️❤️❤️

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