Bienestar emocional: las preocupaciones y el exceso de futuro

Bienestar emocional: las preocupaciones

¡Hola! Una conversación con una amiga el otro día, las dos tenemos más o menos la misma edad, me dio la puntilla para escribir sobre las preocupaciones y lo que yo llamo el «exceso de futuro».

paz

En mi primer embarazo no fui feliz por unos motivos y por otros. Unos motivos eran reales y presentes. Otros sin embargo eran mis propias preocupaciones, todas ellas en el futuro. Hoy, 11 años después, me doy cuenta de que algunas de esas preocupaciones que me rondaban en la cabeza o no sucedieron o sucedieron 4 años después (como perder mi empleo de entonces, la empresa iba mal y yo estuve todo el embarazo preocupada por eso, por el dinero, y finalmente sucedió, pero 4 años después…)

En este embarazo, tengo muchos más problemas reales y algunos futuros y sin embargo me encuentro feliz, porque he aprendido a gestionar el «exceso de futuro» así como a mantener la calma ante la adversidad y centrarme en el momento presente.

Sería muy difícil resumir en una sola entrada todos los cambios que he hecho para llegar a esta situación de sosiego emocional, de paz interior, pero me voy a centrar en las herramientas que aplico. Antes te recomiendo que leas mi otra entrada sobre Bienestar Total y los 5 pilares básicos de la salud.

  1. La edad y la experiencia influyen positivamente más de lo que imaginamos: he notado que con el paso del tiempo soy igual de autoexigente conmigo misma, pero sin embargo, dentro de esa autoexigencia, ahora me trato bien, me hablo bien y no me castigo ni censuro cuando no consigo los objetivos que me marco, cuando me equivoco o cuando simplemente no puedo más y dejo cosas por hacer de un día para otro o para cuando se pueda. La primera lección que he aprendido e interiorizado con el fin de encontrarme bien es: tratarme bien a mí misma, tal y como trato a los demás, con comprensión y paciencia y sin malas palabras hacia mí misma. Ponlo en práctica, notarás la diferencia.
  2. Eliminar la incertidumbre de los planteamientos: lo que más ansiedad y angustia nos produce en cuanto a las situaciones presentes y futuras es la incertidumbre. Debemos cambiar nuestra manera de pensar para no dejar lugar a la incertidumbre, se trata de cambiar la estructura mental de los pensamientos. Una vez más, el poder de los pensamientos conscientes viene a devolvernos el equilibrio. Un ejemplo práctico y personal: tenemos en la  familia una persona conflictiva con brotes periódicos de agresividad verbal y falta de autocontrol en las compras. Esta persona no lo quiere reconocer, por lo tanto no se pone en tratamiento y hace la vida muy difícil a las personas con las que convive. Los demás viven en tensión esperando el próximo brote agresivo y sus consecuencias (daño moral, división de la familia, etc.)  Si en los momentos de tregua entre un brote y otro, el pensamiento es «no puedo estar tranquilo ahora, debo estar alerta, porque en cualquier momento vendrá otro brote y a ver qué pasa», estás introduciendo la incertidumbre en tu vida, lo que te causará ansiedad, angustia y preocupaciones, con todo lo que ello conlleva. Cambiando el pensamiento a «estoy preparado para salir airoso del próximo brote agresivo como he hecho hasta ahora sin mayores complicaciones», estás eliminando la incertidumbre ante el mismo problema, y podrás disfrutar del momento presente sin la necesidad de estar alerta esperando «lo peor». Segunda lección aprendida: cambiar los pensamientos eliminando la incertidumbre.
  3. Es mejor tener un mal plan, que no tener ninguno. Esta lección va unida a la anterior. Cuando no podemos eliminar la incertidumbre por las razones que sean, podemos plantearnos, ante los diferentes escenarios, las opciones y soluciones que tenemos y cambiar nuestra estructura mental: pase lo que pase, tengo un plan y si no funciona, tengo el otro. Tercera lección aprendida: ser previsor ante situaciones que no han pasado, que nos preocupan y en las que no podemos eliminar la incertidumbre por completo. Tener un plan, aunque sea malo, nos dejará espacio suficiente para pensar menos en preocupaciones y excesos de futuro.
  4. Eliminar la queja y practicar el agradecimiento. Hay personas que se pasan el día quejándose por todo, por el frío, por el calor, por su pelo… La energía de estas personas es una energía lenta, parece que no avanzan, que todo les va mal… En una época yo misma fui así… La queja permanente, por nimiedades y cosas sin importancia deteriora la visión de nuestra vida (que es mucho mejor de lo que a veces creemos), nos hace más pesimistas y esto alimenta la preocupación y la ansiedad. Sin embargo, el agradecimiento es una herramienta muy poderosa para ayudarnos a conectar con todo aquello que está por encima de las adversidades que nos rodean, nos sumerge en un estado de calma y paz y es la mejor manera de cultivar el optimismo, el gozo de vivir y la positividad. Tercera lección aprendida: llevar una libreta de agradecimientos. En aquellas etapas en la que nos encontremos un poco preocupados y angustiados, es el momento de, una o dos veces al día, escribir de puño y letra, 10 motivos por los que estemos agradecidos. Antes lo hacía cada noche, ahora que me encuentro bien lo he espaciado un poco pero cuando me noto que empiezo con «matraquillas» y angustias, utilizo este recurso hasta que vuelvo a conectar con la confianza en el futuro y no con temor. Y por supuesto, al finalizar el año hago una lista enorme de agradecimientos (no de propósitos) aunque el año haya sido terriblemente malo como 2016, cuando empiezo a agradecer todo lo que tengo que agradecer, me doy cuenta anticipadamente de que todo es relativo y que lo que parecía tan malo, en realidad fue una oportunidad.
  5. Vivir el momento presente: de esto no hay mucho más que decir. Estás aquí y ahora. Es lo único que importa: te tratas con cariño, eliminas la incertidumbre, tienes un plan, te quejas menos y agradeces más… Ahora mismo sólo te queda vivir y esperar, aceptar y confiar. Quinta lección aprendida: vivir en el presente y respirar profundo, a veces sólo hay que esperar para que las cosas se ordenen.

Deseo que tú también notes la transformación interior que te acompañará en la vida para vivir con fortaleza y serenidad cualquier momento dulce o amargo que te toque vivir. A mí para este propósito, entre otras cosas, me han ayudado mucho los siguientes libros:

Muchas gracias por leer hasta aquí 🙂 Me encantaría conocer tus herramientas para aliviar las preocupaciones.

2 comentarios sobre “Bienestar emocional: las preocupaciones y el exceso de futuro

  1. Excelente artículo!!! Lo leí con atención y releí. En mi caso, busco ayuda también con la lectura de libros de superación personal, los subrayo, y saco ideas concretas, realizo algunos de los ejercicios que proponen y tengo que decir que son efectivos. Si uno se muestra receptivos a la información que contienen, si te dejas ayudar y pones en práctica sus consejos, verdaderamente ayudan. Ahora me estoy leyendo «El libro de las pequeñas revoluciones» de Elsa Punset, donde propone pequeñas acciones diarias que nos ayudan a gestionar angustias, preocupaciones, situaciones estresantes, etc…

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