Semana 29 y seguimos sumando…
¡Hola! Ya estamos en 2017, parece mentira. El paso del tiempo me tiene sorprendida, y eso que no ha sido un embarazo que se haya caracterizado por ir demasiado rápido. El tiempo se ha empezado a acelerar en las últimas semanas, bajo la influencia de las fiestas navideñas y el ambiente que lo rodea desde principios de diciembre.
Hoy es mi último día de la semana 29. En esta semana el feto ya puede abrir los ojos, agarrar con fuerza el cordón umbilical y ser capaz de llorar fuera del útero materno. Su médula ósea empieza a trabajar y si está en posición podálica no hay por qué preocuparse, todavía hay tiempo de que se dé la vuelta (concretamente hasta la semana 35 se pueden girar). En esta semana mide aproximadamente 32 cm y pesa 1,250 kg. Ayer estuve en el ginecólogo y el peso de la niña es 1,380 kg (percentil 70) y yo he subido algo menos de 8 kg. Estamos muy contentos.
He consultado al ginecólogo sobre tomar una copa de vino en el embarazo de manera esporádica. Realmente la tolerancia es cero, puesto que si a un niño de 2 años no le damos ni una gota de vino, a un feto tampoco deberíamos darle… Sin embargo, en Nochebuena, Fin de Año y alguna que otra cena, he tomado una copa de vino tinto y tenía ganas de consultarlo con el médico. Una vez me he «confesado» con el ginecólogo, me ha dicho que todo iba bien y que no me preocupara, pero que a partir de ahora el límite era media copa de vino cada 2 semanas. El alcohol es un tóxico y aunque hay teorías para todos los gustos, desde la tolerancia cero hasta que tomar una copa diaria de vino tinto es bueno para la madre, he decidido que lo queda de embarazo no tomaré nada más de vino, como mucho una cerveza 0,0%.
En cuanto a los síntomas:
- Sigo bastante activa, intento caminar todos los días y continuar con mi vida habitual, si bien empiezo a notar algo de cansancio, y además alguna que otra mañana después de desayunar me mareo y me tengo que tumbar una media hora hasta que se me pasa.
- Hasta que cojo el sueño me levanto como unas 4 veces seguidas a hacer pis, y luego durante la noche me levanto 2 veces como mucho. Bebo cantidad de agua porque es bueno, aunque corto por las tardes. Con los esfuerzos como toser, estornudar o reírme, se me escapa. No pongo mucho interés en hacer ejercicios de suelo pélvico porque no me acuerdo, así que no sé cómo quedaré de esto después del parto 😦
- He confirmado con el médico que la sensación de que se me ponga la barriga dura son las contracciones de Braxton Hicks de las que hablaba en la entrada anterior, pero como son pocas y aisladas, están dentro de la normalidad y no hay de qué preocuparse, aunque a veces se acompañan de un dolor de riñones típico de un dolor fuerte de regla.
- El malestar estomacal sigue igual 😦 Las cenas me sientan fatal aunque cene poco y pronto. Como no le encuentro remedio, si hago algo es quejarme de vez en cuando 😉
- Voy al baño todos los días pero no voy a mi hora como antes (después de desayunar). Algún día no he ido al baño y me he preocupado, pero al día siguiente se ha solucionado así que de momento, aunque mis rutinas han cambiado, puedo decir que el estreñimiento está más o menos controlado.
- De carácter sigo bastante tranquila, animada y positiva, pero el agobio de las fiestas navideñas y las ganas que tengo de volver a la normalidad, han contribuido a que esté un poco más ansiosa e intranquila de lo normal con las cosas que me quedan por hacer y que son muchas, ya que hemos dejado para después de las fiestas arreglar el cuarto de la niña y comprar las cosas que faltan. Cuento con la ropa de mi hija mayor, que guardé en casa de mi madre. Guardé la ropa de los primeros 6 meses, pero todavía no sé exactamente con qué ropa cuento, ni en qué estado se encuentra. Sé que la guardé nueva pero todavía no la he revisado. Esto lo haré a finales de enero.
- Duermo muy bien, aunque tardo en coger el sueño ya que hasta que no vacío del todo la vejiga, lo que me lleva a levantarme varias veces seguidas al baño, no me duermo. Estos días que estoy un poco más nerviosa me estoy despertando antes que el despertador. Espero que se me pase en cuanto acaben las fiestas y volvamos a la normalidad de rutinas y horarios.
- La niña no para de moverse. En las últimas ecografías hemos visto que siempre tiene una manita sobre la cara, como tapándosela. Sigue en posición cefálica así que lo que noto por los lados y arriba son las patadas y lo que noto por abajo son las manos y los codos. Que se mueva mucho y lo madre lo note es un síntoma de bienestar fetal según mi ginecólogo.
Por hoy nada más, ya sólo me queda desear que pasen un feliz día de Reyes, yo voy a intentar sacar tiempo para hacer el roscón y después de las fiestas retomaré contenidos de bienestar emocional y recetas.
Gracias por leer hasta aquí 🙂