Diferencias entre embarazos

Misma mujer, casi todo diferente

¡Hola! Entre este embarazo y el embarazo de mi hija mayor, han pasado 11 años. En el primero tenía 31-32 años y en este 42-43 años. Es increíble, y curioso, como siendo la misma persona, estos dos embarazos se caracterizan más por lo que se diferencian entre sí que por los puntos en común. Con lo cual, tranquilidad a las futuras mamás, que los embarazos no siguen ningún patrón, pueden ser iguales, parecidos o diametralmente opuestos.

maternidad

Empecemos por las DIFERENCIAS:

  • El aumento de peso: en mi primer embarazo subí 27 kg, lo que contribuyó que al final tuviera la tensión alta y me nombraran la temida «preeclampsia». En los meses de verano, sudaba muchísimo, tanto que mojaba la ropa. En este, en la semana 35 he subido 9 kg. Por aquí te dejo una entrada que ya hice contando lo que yo creo sobre el aumento de peso, en el embarazo y en general. Tengo la tensión más bien baja y ni siquiera en verano sudé más de lo habitual en mí.
  • El estado de ánimo: en mi primer embarazo estuve ansiosa y deprimida casi la mayor parte del tiempo, agobiada con problemas que sucedieron 4 años después… En este embarazo, con más razones para estar preocupada de verdad, salvo algunos días puntuales de enojo y labilidad emocional propios del vaivén hormonal del embarazo, he estado centrada en el momento presente y me he sentido feliz la mayor parte del tiempo. Pero una felicidad más allá del embarazo en sí, me refiero a que me he encontrado, como me gusta llamarlo a mí, BIEN con mayúsuculas.
  • El sueño: en mi primer embarazo estuve con insomnio desde el principio. En este embarazo duermo como un tronco. Es verdad que cada vez duermo menos porque tardo en coger el sueño hasta que consigo vaciar la vejiga del todo y me levanto a hacer pis desde que me acuesto hasta que me duermo, unas 6 veces, sin exagerar. Anoche hice la siguiente prueba, en lugar de dejar de beber agua a la hora de cenar (sobre las 8 pm), lo hice sobre las 6 pm y la diferencia fue notable. Me dormí mucho antes y no tuve que levantarme tantas veces para hacer pis durante la noche. La contrapartida fue la sensación de sed, deshidratación y sequedad en los labios, tampoco muy agradable, pero lo prefiero…
  • El primer trimestre: más bien los 4 primeros meses de este segundo embarazo fueron una pesadilla en forma de vómitos diarios y frecuentes, náuseas, cansancio extremo, dolor de cabeza, mareos, falta de apetito… Llegué a sentirme más enferma que embarazada. Sin embargo, no me sentí demasiado afectada por la somnolencia diurna, cosa que sí me pasó en el primer trimestre del primer embarazo, que resultaba difícil no dormirme en el trabajo 😉 Pero en ese primer embarazo, no me sentía tan enferma, y las náuseas eran soportables y no hubo ni un vómito.
  • El malestar estomacal: en el primer embarazo la comida no me sentaba tan mal como me ha sentado en este embarazo. En estos momentos hay comidas a las que llego con hambre y con ganas, pero nada más terminar empiezo a sentirme mal: indigesta, con reflujo, acidez… Es bastante incómodo pero no he dejado de comer por ello. Al principio sí dejé de comer por esta razón porque lo vomitaba todo 😦
  • El cuidado de mí misma: en mi primer embarazo no tenía ganas ni energía de arreglarme demasiado a pesar de que tuve que comprar bastante ropa porque subí mucho de peso. En este embarazo, usé mi ropa hasta el 4º mes y me he comprado muy poca ropa premamá. No me he arreglado todo lo que me hubiera gustado pero desde que pasé el infierno de los 4 primeros meses, intento arreglarme siempre que salgo a la calle ¡y me encuentro bien! En el primer embarazo se me manchó mucho la cara pero en este de momento nada de nada 🙂 En el primer embarazo me salió mucho vello facial, en este por suerte no 😉
  • La forma de la barriga: siendo ambas niñas, la primera barriga era muy proporcionada y salía desde los lados. Esta barriga también es así, pero quizás parece más puntiaguda, más como si me hubiera tragado una sandía… O sea, que no sé si merece la pena dejarse llevar porque la forma de la barriga sea de niño o de niña.
  • Los dolores abdominales y las contracciones de Braxton Hicks: en el primer embarazo me dolieron mucho los ligamentos por la zona del bajo vientre alrededor del 5º mes, cuando empezó a crecer la barriga y ya no me dolieron más. Sin embargo, en este embarazo, me han empezado a doler ahora cuando cambio de postura en la cama y alguno que otro ha llegado a ser tan brutal, que lo he confundido con un dolor de parto porque se irradiaba hasta los riñones. Lo que he hecho cuando me ha pasado es levantarme de la cama con cuidado, caminar un poco, volver a acostarme y aplicarme la manta eléctrica al mínimo en la zona y sobre todo observar que después de esos dolores no ha habido ni pérdida de líquido amniótico, ni sangrado ni ausencia de movimientos del bebé. Si a ese dolor tan grande se le hubiera sumado algo de lo anterior, hubiera acudido a urgencias de inmediato. En cuanto a las contracciones de Braxton Hicks, en el primer embarazo fueron frecuentes al final, sobre todo por las tardes-noches y cuando salía a caminar. En este embarazo las noto prácticamente desde el principio, cuando aún no tenía barriga siquiera, pero sí notaba que después de comer se me ponía el abdomen muy tenso y luego se me pasaba. En estos momentos del embarazo, estas contracciones no me resultan dolorosas pero sí molestas porque noto la presión de su cabecita en la zona de la vejiga y me dan muchísimas ganas de hacer pis, esté donde esté y tenga o no tenga necesidad de hacer pis. A veces la sensación es de mucha urgencia para dos gotas de nada 😉
  • Tiempo para conectar con el bebé: en el primer embarazo dedicaba tiempo diario a cantarle al bebé todos los días la misma canción y a hablarle con frecuencia. Mi hija desde muy pequeña reconocía aquella canción que le cantaba. Sin embargo, en este embarazo, y de esto me arrepiento muchísimo 😦 no he sabido sacar tiempo, no he podido o no me he organizado bien, para dedicar unos minutos diarios a conectar con el bebé: ni le he cantado la misma canción, ni le he hablado demasiado ni he hecho meditación centrándome en ella. La diferencia estriba fundamentalmente a cómo se afronta el embarazo cuando ya hay niños en casa… no se dispone de tiempo de nada, no es ninguna novedad. Me quedan 6 semanas escasas de embarazo y por fin parece que a partir de la próxima semana tendré algo más de tiempo porque termino un curso superior que estoy haciendo, estaré de baja médica y me dedicaré a la web y a mí: espero cumplir lo del paseo diario, más yoga prenatal, el masaje perineal y conectar con la niña. Ya lo contaré si lo cumplo o no 😉

En cuanto a las SIMILITUDES:

Me ha costado encontrar alguna…

  • Energía y actividad: en ambos embarazos estuve/estoy activa, pudiendo ocuparme del trabajo, de la casa, de la comida y ahora de mi hija, de la web y de mil cosas más. Es cierto que en este embarazo, en los 4 primeros meses hubo algún momento que no pude completar toda mi agenda, pero por lo general, más lenta de lo normal, finalmente pude con casi todo.
  • Ejercicio: en los dos embarazos caminaba/camino a diario. Me sienta muy bien aunque termine cansada. En este embarazo en verano nadé muchísimo y he hecho algo, muy poco, de yoga prenatal.
  • Sustos: ninguno de los dos embarazos me ha dado grandes sustos gracias a Dios. En el primero acudí 2 veces a urgencias, una porque dejé de notar movimientos de la niña un par de días (o eso me pareció) cuando estaba alrededor de 5 meses y dos semanas antes de dar a luz porque llevaba un mes con una tos tremenda por un catarro y tenía agujetas en el abdomen de tanto toser. En este embarazo estuve en urgencias una vez en octubre por un leve sangrado que no fue nada. Sólo por esto, y al margen de las dificultades e incomodidades propias de ambos embarazos, puedo decir que los dos han sido muy buenos.

Como colofón, la gran similitud entre ambos embarazos es el amor que he sentido por mis dos hijas desde que supe que estaba embarazada y la gran diferencia es mi situación emocional actual, mi relación de pareja con la mejor persona del mundo y la sensación de sentirme tan bien que sólo tengo que confiar en el fluir de la vida para que las dificultades que tengo terminen de ordenarse.

Espero que te haya gustado esta entrada. Me anima pensar que en poco escribiré sobre diferencias y similitudes entre mis dos partos y cosas así…

Cuéntame tu experiencia y muchas gracias por leer hasta aquí 🙂

2 comentarios sobre “Diferencias entre embarazos

    1. Hola Andrea, en mi caso yo creo que sí, la madurez y la experiencia de los 43 años, el sosiego que te da intentar no cometer errores conocidos… pero también mi situación personal actual. Ahora me encuentro BIEN, antes por muchas razones personales y emocionales no, pero todo eso pasó y creo que gracias a que pasó, ahora estoy así. El tránsito por la vida es así, hay veces que debemos pasar por situaciones duras para acoger lo bueno cuando se presenta, con fortaleza 🙂 Gracias 🙂

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