¡Hola! De manera muy rápida, sencilla (espero) y breve, me gustaría compartir contigo cómo afronto la enseñanza de la autoestima en mi hija mayor. ¿Cuántas veces nos pasa que conocemos bien la teoría pero fallamos en pasar a la práctica? Si a ello unimos la falta de tiempo, puede pasar que nos quedemos en la superficie en la aplicación de nuestros intereses o ideales.
Según la RAE, la autoestima es «valoración generalmente positiva de sí mismo». Es una definición sencilla para un valor que a veces cuesta tener de manera natural (por una educación excesivamente autoritaria), mantener de manera sostenida en el tiempo y evitar que agonice en momentos personales difíciles. Se habla y escribe mucho de la autoestima, para adultos y niños, porque la autoestima es la base de la confianza en que seremos capaces de superar las adversidades por duras que sean, tener esperanza e ilusión y vivir el día a día con el corazón fuerte.
Pero la cosa se complica cuando estamos educando a nuestros hijos. Queremos que sean fuertes, pero no verdugos. Queremos que tengan autoestima y amor propio, pero que sean humildes. Queremos que sean felices, pero con los pies en la tierra… Podría seguir nombrando cualidades muy positivas en los adultos que debemos transmitir a los niños, más allá de los buenos ejemplos, pero con teoría y frases machaconas, puede ser difícil y a veces volvérsenos en contra.
Recientemente hablando con una mamá amiga mía sobre cómo transmitir la autoestima a los niños sin convertirlos en «tiranos emperadores»se me ocurrieron estas palabras, que a mi modo de ver resumen bastante bien lo que me gustaría transmitirle a mis niñas.
Lo que NO se me ocurre de ninguna manera para ayudarla a tener autoestima (y menos ahora con 11 años y la confusión normal de la adolescencia) es decirle:
«Hija mía, eres tan maravillosa que nunca te vas a caer». En primer lugar porque es falso y, en segundo lugar, porque crearía en ella unas expectativas ante la vida que no se cumplirían y encajaría mal las frustraciones.
Entonces, siguiendo con el ejemplo de la caida, lo que intento que interiorice es:
«Hija mía, puede que te caigas como todo el mundo, pero tienes suficientes recursos propios para levantarte y superarlo».
Con estas humildes palabras me despido, me gustaría que me compartieras cómo haces o tienes pensado hacer para cultivar la autoestima sana en tus hijos y si te ha gustado mi modo de enfocarlo.
Muchas gracias por leer hasta aquí 🙂
Me parecen unas palabras sabias y acertadas. Mis peques aun son muy chicos para entender algunas cosas pero intento transmitirle al mayor por ahora que trate a los demás como le gustaría que le tratasen a él y que intente hacer lo que le haga sentir bien y feliz. Si se encuentra con obstáculos que los salte sin hacer daño a nadie.
A ver con el tiempo como va todo, la educación de un niño es tan difícil…
Besos y feliz fin de!!
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Muy difícil sí y de mucha responsabilidad. La empatía tb es muy importante, cómo dices, no hacer lo que no quieres que te hagan 😘😘
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