¿Prohibir o enseñar?

¡Hola! ¿Qué es mejor en la crianza de nuestros hijos? ¿Prohibir o enseñar? La respuesta automática que me sale a esta pregunta es ENSEÑAR. Pero seguro que al final de esta publicación me acordaré de cosas que prohíbo en mi casa y que ahora no se me vienen a la cabeza.

niños felices

A mi bebé de 7 meses y medio pocas cosas le puedo prohibir, pero ya estoy empezando a decirle NO: gatea en la cama hacia el filo, se lleva la esponja del baño a la boca, rompe cualquier papel que cae en sus manitas. Y en los niños, por norma general, NO es NO. Digo por norma general porque siempre hay excepciones, como en toda regla. Yo misma he dicho no a algo, mi hija mayor ha protestado con argumentos, he reflexionado, me he dado cuenta de que estaba en un postura inflexible sin necesidad ninguna, y he «reculado». Se me viene a la cabeza cuando había muchos piojos en el colegio, que a diario le recogía el pelo con coletitas y mi hija un día me pidió llevar una sola coleta y le dije que no… (qué tontería), le dije que no por la inercia de hacer dos coletitas y me parecía un mundo romper esa inercia y hacer una sola coleta. Es absurdo ¿verdad? Pues por suerte me di cuenta en medio de la escena y me disculpé por mi tozudez y le hice una sola coleta como ella quería. Pero a veces por inercia nos enrocamos en posiciones inflexibles sin necesidad…

Mi chica de 11 años está despertando su curiosidad por muchos temas, me pregunta sobre la vida, la muerte, el Medio Ambiente, el futuro del planeta, el amor… Soy una madre llenita de defectos, superviso cada detalle relativo a mis hijas, me gusta que la mayor sea autónoma pero estoy encima de ella si se despista… En fin, soy una madre que lo hace lo mejor que puede y que se equivoca.

Pero hay una cosa que tengo clara. Prohibir despierta aún más su curiosidad, la curiosidad de los niños adolescentes. Los psicólogos recomiendan que los niños NO tengan ni televisión ni ordenador en su cuarto, donde se puedan encerrar y meterse en la caja boba o dejarse engañar por cualquiera. Realmente es que no tengo televisión nada más que en el salón, y la vemos muy poco. No me gusta nada la televisión en el cuarto, me parece el asesino de la lectura, el descanso nocturno, la paz… Pero volviendo al tema, en el colegio mi hija tiene tablet para trabajar algunos contenidos. Están conectados a internet y cuando terminan sus tareas se ponen (ella me lo cuenta) a mirar youtube. En la casa tenemos una tablet que compartimos todos.

No le he prohibido usarla, pero estas son las normas:

  • Para usarla debe pedirme permiso.
  • Debe usarla en la misma habitación donde yo esté (normalmente el salón).
  • El límite de tiempo son 20 minutos.
  • Si le pido que me enseñe lo que está viendo no puede esconderla, ni dudar ni apagarla. Es decir, sólo puede ver contenidos apropiados y ella ya sabe distinguir lo adecuado de lo no adecuado.

Previamente a esto le he hablado de los peligros de suplantación de identidad y engaños por internet, y no sólo lo entiende sino que le causa vértigo. A mí más 😦

No tiene móvil y de momento no lo pide, y aunque lo pidiera, le quedan algunos años todavía para tenerlo. Mientras tanto, con estas normas que le he puesto, espero que vaya entendiendo por sí misma que estos dispositivos son estupendos bien utilizados, y es ese buen uso el que pretendo enseñarle… sin prohibirle.

Ya me acuerdo de una prohibición 🙂 en época de colegio entre semana no puede irse a dormir más tarde de las 9.30 pm. Y otra, está prohibido en mi casa describir a las pesonas por sus atributos físicos si estos son despectivos: en mi casa no hay gordos ni flacos, ni guapos ni feos, las personas mayores son abuelitos nunca viejos…

Ay ¡pero qué difícil es ser madre en estos tiempos! ¿Estás de acuerdo conmigo? ¿Es mejor prohibir o enseñar? ¿Tú cómo lo haces?

Gracias por leer hasta aquí 🙂

 

6 comentarios sobre “¿Prohibir o enseñar?

  1. Es muuuuy difícil. Intento también enseñar pero a veces sin querer, y como madre imperfecta que soy, prohíbo. Al fin y al cabo si se es consecuente con las normas o prohibiciones o, mejor prefiero llamarlos, límites y mostramos con nuestro ejemplo cómo se debe hacer, al final entenderán. Eso espero…jeje. Besos!

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  2. Uy es muy muy complicado. Con mi pequeño me doy cuenta de que el NO a veces suena demasiado. Es cierto que suele ser cuando veo que hace algo «peligroso» o que puede causar algún daño importante pero no me gusta escuchar ese NO rígido. Espero que a medida que su capacidad de análisis aumente y pueda entender por qué le pedimos que no haga algunas cosas mi mensaje se suavice y lleguemos a ese punto de enseñar en lugar de prohibir o negar.

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    1. Me gusta transformar el mensaje a positivo. Por ejemplo, estás con el niño por la calle y en lugar de decir «no vayas por ahí» dices «ven por aquí»… pero no siempre es posible 😦 Gracias corazón

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  3. Algunas veces prohibir, poner límites, decir No, etc. acompañado de una explicación, ya está enseñando. Creo que en el equilibrio radica la cuestión. Yo he ido aprendiendo y sutilmente modificando ciertos estilos según el efecto que tiene en mi niño. Finalmente la maternidad es un continuo aprendizaje.
    Lindo leerlas. Abrazos!

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