¡Hola! El colegio de los niños y cómo les enseñan, es un tema muy importante para los padres y para los hijos. Es una decisión muy importante porque en el colegio van a estar unos cuantos años: desde que empiezan en infantil hasta que terminan la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y dos cursos más si hacen Bachillerato.
Son muchos los factores y criterios que nos llevan a elegir uno u otro colegio: preferencias personales, cercanía al domicilio o al lugar de trabajo, porque nosotros sus padres estudiamos en ese colegio… Pero, ¿es fácil elegir bien el colegio al que van nuestros niños? Pues creo que en la actualidad no es tan fácil, unos colegios se demandan más que otros y a veces no podemos escolarizar a nuestros hijos en el colegio que nos gustaría.
No es mi caso, mi hija cursa 6º de Primaria en el colegio que yo quería, donde yo misma había estudiado Bachillerato (soy de la generación en la que hacíamos BUP -bachillerato unificado polivalente- y COU -curso de orientación universitaria- 😉 Pero muchos días me pregunto si elegí bien el colegio de mi hija o no.
la enseñanza en españa
La enseñanza en España es mayoritariamente pública y concertada. La enseñanza concertada ofrece una solución, teóricamente, para aquellos niños que no encuentran plaza en los colegios públicos: la comunidad autónoma selecciona unos colegios y concierta con ellos una enseñanza de calidad.
Pero la realidad es a la inversa: los padres eligen el colegio concertado antes que el público, también por diversos motivos.
Yo estudié siempre en colegio concertado porque eran los que quedaban al lado de casa y no había problemas para encontrar plaza ni había que empezar el proceso de inscripción con muchos meses de antelación, como sucede ahora. Hasta 8º de EGB -enseñanza general básica- fui a un colegio cercano a casa y podía ir y venir caminando; quise hacer BUP en instituto pero por domicilio -nos habíamos mudado a las afueras- no pudo ser y fui a otro colegio concertado cerca de donde mi padre tenía la oficina y cerca también de la estación de guaguas (autobuses). Además, el instituto público que me correspondía estaba en dirección opuesta al trabajo de mi padre, que es quien conducía y me llevaba. Y en COU tenía el mismo problema y tuve que cambiar de colegio otra vez porque no había COU donde hice BUP. Total, en 15 años, 3 colegios. No tengo queja de esto, no es el tema de la publicación, guardo buenos recuerdos de todos los colegios en los que estuve y mantengo amigos de la época. Hay alguna experiencia negativa con alguna profesora mala con los niños, situaciones que hoy día serían totalmente denunciables, pero no es lo importante hoy.
No es ninguna novedad que la enseñanza en España es un fracaso en líneas generales. Es el país de nuestro entorno con mayor fracaso y abandono escolar. Una pena ¿verdad? Tengo la sensación de que los colegios funcionan más como empresas que como espacios para disfrutar enseñando y aprendiendo. Tengo la sensación de que hay detrás un gran negocio que no se quiere tocar. Y todo esto no sería tan grave de no ser porque son niños los que «pagan el pato».
algunos datos
Las diferencias de nuestro modelo de enseñanza con los modelos de otros países con éxito escolar, como Finlandia o Alemania, son muchísimas y algunas no nos son aplicables. Pero dejando de lado las características de más difícil encaje en nuestra cultura, hay algunos aspectos que me gustaría destacar:
- Educación infantil (de 3 a 5 años): en esta etapa en la que lo normal es que los niños sean muy inquietos, en España se les «obliga» a estar toda la jornada sentados en el mismo sitio, tienen libros, empiezan con fichas de lectoescritura, idiomas, ya no hacen siesta… En los países de referencia en enseñanza ni tienen libros, ni tienen que estar sentados, ni hay clases ni asignaturas. Su deber es jugar, ser felices, correr, saltar y no se prescinde de la siesta.
- Educación primaria (6 a 12 años): no llevan tarea para casa sino de vez en cuando, normalmente alguna actividad en la que se implican los padres de manera amena y divertida. Alrededor de primero o segundo de primaria, comienzan con la lectura y no antes. En España se lee poco y la paradoja es que se enseña mucho antes a leer, desde infantil. ¿Por qué pasa esto? Está demostrado que el cerebro de la mayoría de los niños está preparado para asimilar la lectura a partir de los 6-7 años. Introducir antes la lectura, para aquellos niños que todavía no están preparados, supone una frustración enfrentarse a algo para lo que no están capacitados. Y se entra en un círculo vicioso: el niño lee mal o no lee, más lo obligan a leer, más se frustra y peor lee… Esta es la razón por la que los nórdicos son grandes lectores y en España estamos como estamos 😦
- En general: en estos países para ser profesor se exige la nota más alta para acceder a la Universidad; el mismo profesor acompaña al niño desde que entra en el colegio hasta que sale; alrededor del final de la enseñanza secundaria los niños tienen claro lo que quieren ser de mayores y hay un equilibrio entre los que quieren ir a la Universidad y los que quieren ir a la formación profesional; los libros no cambian, son gratis, son propiedad del colegio, no son rellenables para facilitar su reutilización y no están al servicio de nadie: la historia es la que es, la matemática es la que es y la lengua es la que es. No existe la presión, comisiones, regalos y otras prebendas de editoriales a colegios y profesores… Todo lo contrario a lo que sucede en España donde el coste medio de los libros de un alumno de infantil a primaria (lo que yo conozco) es de 300€ al año….
Pero la diferencia fundamental y clave de su éxito -y nuestro fracaso- es el concepto de inteligencia. En nuestro país sólo se le da importancia a la inteligencia lógico matemática y a la inteligencia lingüística. No se trabaja el razonamiento, la enseñanza práctica con ejemplos (el árbol de hoja caduca es aquel que… en lugar de bajar al patio y observar y hablar de los árboles que ven allí) y se abusa de valorar el conocimiento por la memoria, por el «echar codos» de toda la vida. También se desoyen sistemáticamente las recomendaciones de la Unión Europea que aconsejan que la nota sea un compendio de actitud, cuaderno, actividades y examen (no sólo el resultado del examen) y reducir el tiempo que los niños dedican a las tareas cuando salen del colegio. De esto también habría mucho que hablar…
Los tipos de inteligencia
La incidencia sobre la inteligencia lógico matemática y la inteligencia lingüística son los ejes vertebrales de la educación en España. Tanto una como otra son muy importantes, eso es indudable. Sin ir más lejos, a mí me gustaría que mi hija viera las matemáticas con pasión, dándose cuenta de que todo en la vida se rige por una fórmula, regla o principio matemático y también me gustaría que escribiese bien en el futuro y que dominara el lenguaje, que supiera expresarse correctamente.
Pero hay otros tipos de inteligencia, igualmente importantes a los que se les da un escaso (cuando no nulo) papel en nuestra enseñanza y esto es nefasto para el desarrollo educativo de los niños. ¿Por qué? Pues porque un niño que esté flojo en Lengua y Matemáticas porque será en el futuro un gran atleta o un gran naturalista se sentirá, por el propio funcionamiento del sistema, desplazado, frustrado y desmotivado en el aula. Al final, la calificación es la que manda y la Lengua y las Matemáticas son troncales.
Pero la enseñanza de estos países que destacan por una magnífica educación se vertebra alrededor de varios tipos de inteligencia por igual ofreciendo a los niños un marco amplio donde desarrollar sus capacidades y no sentirse fuera del sistema, porque siempre encuentran un área donde destacar.
Hay varias teorías modernas acerca de los tipos de inteligencia: la teoría de la inteligencia cristalizada y fluida de Raymond Cattel, la teoría bifactorial de Spearman, pero la que más se está teniendo en cuenta últimamente es la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Garner. Según su teoría (aunque la ha revisado recientemente e introducido algunos conceptos más) los tipos de inteligencia, aplicables a la etapa escolar, son:
- lingüística (v.g., escritor)
- lógico matemática (v.g., contable)
- espacial (v.g., arquitecto)
- musical (v.g., pianista)
- corporal y cinestésica (v.g., deportista de élite)
- intrapersonal (v.g., psicólogo)
- interpersonal (v.g., maestro)
- naturalista (v.g., biólogo)
Y agrupando a todas ellas no olvidamos, para mí, la más importante: la inteligencia emocional.
No hay que desanimarse, sea cual sea la inteligencia o inteligencias que tiene nuestro hijo, siempre habrá una profesión donde podrá desarrollarse y ser feliz. La clave está en que sus profesores, más bien sus padres, lo acompañen a descubrir cuales son, más allá de la Lengua y las Matemáticas, importantes sí, pero no las únicas.
Mi experiencia
Mi hija va al mismo colegio donde yo hice BUP. En el momento de escolarizarla, lo escogí porque me quedaba cerca del trabajo y porque había sido antigua alumna, guardando un buen recuerdo. En la actualidad es un colegio que está muy solicitado por ser el único concertado de la zona y porque está en un barrio donde hay pocos colegios públicos y mucha población. Cuando yo estudié ahí, la ciudad terminaba en una avenida cercana. En la actualidad, la ciudad ha crecido a partir de esa avenida.
Un detalle a tener en cuenta es que cuando escolaricé a mi hija en este colegio supe que estaba dentro del ranking de los 100 mejores colegios de España. ¡Qué bien!, pensé…
Hoy por hoy creo que el colegio está obsesionado con mantenerse en ese ranking, mi hija (como muchos otros niños) está agobiada con los deberes diarios, no le va bien en Matemáticas, no las comprende tal como se las explican, está desmotivada y tiene miedo al fracaso. Esto me da mucha pena, intento explicarle lo que no entiende y procuro hacerle ver que un tropiezo en una asignatura en un curso determinado no es relevante… pero dado que el eje de su enseñanza es la Lengua con las Matemáticas, se siente mal y la veo tan pequeña para estar con estas amarguras… 😦
Intento hacerle ver que ella tiene otras facultades: es muy sensible con el Medio Ambiente, le gusta componer canciones e historias, es una gran bailarina, se le dan bien todos los temas de Sociales, va muy bien en francés, en inglés, en dibujo… Pero está tan interiorizado en nuestro sistema educativo que lo único que cuenta es destacar en Matemáticas y Lengua, que por más que intento animarla, cuando tiene un mal resultado en Matemáticas, se pone muy triste y se viene abajo, y de verdad, esto me apena muchísimo. Por suerte es lo único negativo, de resto está muy contenta con su grupo de amigos, con sus profesores y actividades que el colegio ofrece. Me fijo mucho en que está feliz cuando la llevo y sigue feliz cuando la recojo.
No estoy de acuerdo con esto y tampoco con el volumen de tareas que les mandan. Me gustaría que hubiera un cambio total en nuestra enseñanza. Me gustaría que los profesores estén totalmente comprometidos con todas las inteligencias y aptitudes de los niños; que los colegios no elijan tal o cual libro por los regalos y comisiones que se van a llevar; que se dé importancia al arte, al lenguaje musical, a la expresión corporal, a las sensibilidades medioambientales… ¡hay tanto para enseñar y contentar a un niño!
Por último y esto daría para otra publicación ¿es necesario que los colegios tengan atención temprana, comedor y clase por la tarde? La incorporación de la mujer al trabajo, ¿beneficia a los hijos? ¿La conciliación no debería ser obligatoria por decreto, con una baja maternal más larga (mínimo 9 meses) y condiciones especiales de horario en la etapa en la que los niños van a infantil y son casi más bebés que niños?
Si te toca próximamente elegir el colegio de tus hijos, aparte de fijarte en aspectos prácticos muy importantes (como cuán cerca está del trabajo o de casa) mi única recomendación es que te dejes llevar por el corazón cuando tengas toda la información. Habla con otros padres que tengan allí a sus niños y observa si están todos felices con la elección, los padres y los hijos. No es una decisión fácilmente reversible así que pon el corazón en ella, como todo en la vida, donde está el corazón, hay amor.
Muchas gracias por leer hasta aquí, espero tus comentarios. Cuéntame ¿crees que nuestro sistema educativo debería mejorar?
Me encanta este post Maru, es un tema que da para hablar mucho, mucho.
Estoy de acuerdo contigo y creo que nos queda mucho por recorrer en este país en lo que a educación se refiere.
Tendría para escribir un libro de todo lo que podría decir pero en general tú lo has recogido bastante bien en este post.
Siento que tu hija esté pagando las consecuencias de nuestro sistema educativo. Parece que la persona se reduce a una mera calificación de puntos que no tiene en cuenta factores tan importantes como el que has citado, la inteligencia emocional.
Desde mi experiencia si puedo decir, como nota optimista, que muchos docentes intentar aportar su grano de arena en el sentido de tratar hacer pensar a los niños, guiarlos de manera individual respetando los ritmos de cada persona. Pero no es fácil, no lo ponen fácil.
Y me repito, es un tema muuuy extenso del que podría seguir hablando, pero lo has explicado muy bien.
Muchos besos 😉
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Gracias amiga. Es un tema apasionante y del que como dices habría que hacer tanto, escribir tanto, hablar tanto y hacer tantos cambios… Hay muchísimos profesores como dices igualmente, que quieren cambiar pero al final el sistema se los termina por «merendar». Es un asunto más enrevesado de lo que parece por los malditos intereses, que siempre los hay. Esperemos que seamos al final los padres con los buenos profesores de la mano los que algún día podamos cambiar esta situación. Muchos besos 🙂
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Ni te cuento del sistema educativo en mi país, en donde hay tanta desigualdad social y en donde la educación sí es un negocio!!! Claro, siempre hay excepciones, pero hay mucho por mejorar!!! Excelente post como siempre.
Besos!
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Es una pena que todo lo que tiene que ver con los niños funcione así 😦 Espero que veamos cambios, no debemos caer en la desgana y seguir exigiendo. Abrazotes 🙂
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