¡Hola! Vengo hoy por aquí con estas líneas en modo desahogo y también para recibir opiniones, consejos, experiencias… cualquier cosa que me ayude a sobrellevar esta etapa.

Mi bebé ya tiene un año y lleva más o menos desde los 11 meses durmiendo muy mal por la noche. Y yo también, para qué nos vamos a engañar. Llevo este tiempo pensando si será la crisis de los 12 meses de lactancia, pero tengo entendido que esta crisis se manifiesta con el bebé pidiendo teta todo el día, y no es mi caso. Mi pequeña toma teta para dormirse la siesta, y le ofrezco antes y después de las comidas principales, cuando se despierta por la mañana o cuando ni ella misma sabe lo que quiere. Digo bien, le ofrezco, porque ella no pide. No me ha dado motivos para preocuparme con respecto a la alimentación complementaria ni con la teta, de las dos cosas tiene siempre un apetito saludable.
Una noche de las buenas
Te voy a contar por aquí como es una noche de las buenas. Después del baño, en el cuarto con la luz apagada y todo listo, le doy el pecho hasta que se queda dormida; no vamos con prisas, y sobre las 21.30 la dejo en su cuna de colecho.
Se despierta sobre las doce o a veces cuando nosotros nos vamos a dormir, sobre las once. Y a partir de ahí pide pecho cada tres horas (quizás un poco menos) y volviendo a su cuna de colecho después de cada toma.
Nosotros nos levantamos sobre las 6.45 am y según cuando haya caído la toma anterior, se despierta entre las 7.30 am y las 8.30 am.
Estas noches tan llevaderas hoy por hoy son contaditas con los dedos de una mano. Si la noche es así, durante el día necesitará una siesta de una hora por la mañana y otra igual por la tarde. Más o menos. Entre la noche y las siestas yo estimo que duerme entre 13 y 14 horas al día.
Malas noches
Como decía al principio, desde hace un mes más o menos, las noches son muy moviditas. Hace tiempo que el masaje relajante antes del baño es imposible, mi bebé es muy activa y prefiere jugar a estar quieta para que le dé un masaje ayurvédico que ya lo quisiera yo para mí 😉
La bañamos a la misma hora de siempre, y sobre las 21.30 está dormida. Pero antes de una hora me llama, voy con ella, me la pongo al pecho y según el día, puede volver a dormirse en media hora o una hora, según le dé.
Luego durante la noche los despertares se dan con la misma frecuencia que en las noches buenas pero con una gran diferencia: aunque hace el gesto de querer volver a la cuna, una vez allí, comienza a patalear y a llorar. Volvemos al pecho, y repetimos todo el proceso. A veces a la segunda, pero otras a la cuarta, es cuando ya se queda dormida en su cuna. Esto hace que cuando me acuesto por fin y me duermo, he perdido tanto tiempo en conseguir que se quede dormida y tranquila, que no pasa ni una hora hasta que me vuelve a llamar y vuelta a empezar.
Por la mañana, cuando suena el despertador a las 6.45 am depende de cuando fue la toma última la que determina si sigue durmiendo hasta las 8.00-8.30 am más o menos, o se despierta con nosotros. Al menos dos días a la semana, desayuna a las 7.00 am con nosotros y el resto del día puede ser infernal porque tiene sueño 🙂
Cómo estamos ahora
Ahora estamos en un punto intermedio. Se duerme a las 21.30, no se despierta hasta las doce o hasta que nos acostamos nosotros sobre las 23.00 -depende del día- y la frecuencia de los despertares es la misma de siempre, cada dos o tres horas.
Pero ahora sucede lo siguiente: en los dos primeros despertares toma el pecho tranquila y rápidamente y se vuelve a su cuna de colecho sin problemas. Pero más o menos a partir de las 4.00 am, haga lo que haga, lo intente como lo intente, no quiere estar en su cuna de colecho, se sale de ahí, se viene a mi lado, me sube el pijama y se engancha a la teta hasta por la mañana.
A mí particularmente el colecho de esta manera no me resulta cómodo. Llega un momento en que me duele la cadera de no poder cambiar de posición. Y además es que no suelta la teta, ni siquiera hace succión no nutritiva, pero no la suelta y con los dientes no me muerde pero marca y llega un momento que es molesto. Y las ganas de cambiar de lado y no poder, no ayudan.
Si con mucho cuidado trato de sacar el pezón, se despierta, llora y se vuelve a enganchar. Es un comportamiento que no tiene durante el día ni en las primeras hora de la noche.
He pensado en los dientes, en hambre, en crisis de separación… pero ya no sé qué pensar. Soy fuerte de convicciones pero el entorno ya comienza a presionar: «dale un biberón cargadito y verás que no se despierta»… Ya llevo un par de noches dándole algo de cena y luego la teta y se despierta lo mismo 😦 O sea, hambre no es.
La siesta
Me he dado cuenta de que se despierta más tarde después del baño si duerme siesta por la tarde, aunque la tenga que interrumpir al poco tiempo para ir a buscar a su hermana al colegio. Muchos días por falta de tiempo o por logística, no me organizaba para que durmiera la siesta por la tarde, y el resultado es que llegaba muy cansada al baño y luego era peor el remedio que la enfermedad, se quedaba dormida apenas sin mamar, y luego a la media hora se despertaba.
Pero claro, ahora resulta que como está durmiendo tan mal de noche, me está pidiendo siesta por la mañana pero no una siesta matutina normal, no. Se viene a dormir a las 12.00 pm y hasta las 14.30 o 15.00.
En definitiva, llevamos un mes pasando por todo tipo de situaciones diurnas y nocturnas, yo me adapto y procuro dejarla dormir cuando lo necesita e incluso darle una ayudita para que duerma más (por ejemplo, en alguno de los despertares nocturnos me ha valido mecer un poco la cuna y aquellos días que cuando suena el despertador sigue durmiendo pues todos nos hemos cambiado y desayunado al más puro estilo ninja porque vaya oído tiene mi niña 🙂 )
A mí preocupada no me tiene, pero sí me gustaría saber si hay algo que yo esté haciendo mal y pueda cambiar, o si por el contrario es una etapa más. No tengo con quién comparar, mi hija mayor dormía del tirón desde muy pequeña. ¿No será que aunque todos en casa somos «alondras» tenemos un pequeño «búho» entre nosotros? La alondra madruga, es diurna; el búho duerme de día y de noche se espabila…
Gracias por leer hasta aquí 🙂 ¿Has tenido alguna experiencia similar al acercarse el año de tu bebé? ¿Notaste algún cambio en el sueño?
Voy a resumirte nuestra rutina de sueño actual, por si te puede orientar, teniendo en cuenta que cada peque es un mundo. Mi hijo nunca ha dormido de un tirón. Nunca. Ni de más peque, ni ahora. Es muy raro que duerma antes de las diez de la noche aunque lo habitual es que nos den las diez y media correteando por la casa y sus despertares para pedir tetita son más o menos cada tres horas. Sí es cierto que hacemos colecho en la misma cama por lo que cuando termina de mamar suele darse la vuelta y a seguir durmiendo. Lo que sí te digo es que desde el primer cumpleaños hasta los 15 meses más o menos tuvimos una «racha» de malas noches, no se si tendrá relación con la maduración, pero a partir de ese momento la cosa se ha tranquilizado. Respecto a que tenga hambre… francamente, no haría mucho caso a eso. Un abrazo!
Me gustaMe gusta
¡Hola! Muchas gracias, una vez lo he escrito como que me resulta más fácil sobrellevarlo. El otro día leí por algún sitio que los niños de colecho se despiertan mucho más que los que duermen solos en su cuarto 😦 Si ella soltara la teta no me cansaría tanto el colecho, pero usa la teta de chupa y así me cuesta más dormirme y lo de no poder cambiar de lado lo llevo fatal. Anoche al menos protestó menos después de cada toma y conseguí que siguiera durmiendo a mi lado pero en la prolongación de su cuna y no pegada a mí con la teta en la boca. Vamos a ver… la misma publicación decía que esto mejora a partir de los 15 meses… 🙂 🙂 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona