¡Hola! Vengo con otra receta de galletas para bebés y niños, sin azúcar, sanas y que son muy útiles para acompañar la fruta de media mañana, de la merienda, como postre al final del almuerzo… Estas galletas en concreto son deliciosas por la mezcla del plátano con el coco y están enriquecidas con las semillas de sésamo.

Digo que son para bebés y niños porque las preparo sin azúcar para mi pequeña pero realmente las comemos todos en casa y poco a poco hemos desterrado el poco azúcar que consumíamos.

En cuanto a las valiosas propiedades de la avena, el coco y los dátiles, echa un vistazo a esta receta.

Llevan también plátano, tan dulce y sabroso que a los niños les encanta y además con tantas propiedades como proporcionar energía al instante gracias a sus azúcares simples (glucosa, dextrosa y sacarosa). Los plátanos menos maduros son de asimilación más lenta, son laxantes pero pueden provocar gases. Es mejor consumir los plátanos maduros que contienen por una pieza: 31% de las necesidades diarias de vitamina B6, 17% del ácido fólico, 16% del manganeso y 14% del magnesio además de interesantes cantidades de potasio que disminuyen la tensión arterial elevada, vitaminas A, C, B1, B2 y B3.

Para los consumidores españoles recomiendo el plátano de las Islas Canarias pues es más sabroso que el plátano o banana americano o asiático, además de que es un producto de proximidad y siempre más sostenible y sano por la cercanía en fecha de su recolección que un producto de otro continente.

Ingredientes

• 160 g de copos finos de avena integral con o sin gluten
• 40 g de coco rallado
• 1 plátano
• 1 huevo
• 50 ml aceite oliva suave
• 6 cucharadas de pasta de dátiles
• semillas crudas de sésamo

Preparación

• Ponemos el horno a precalentar a 180º calor arriba y abajo.
• Ponemos los ingredientes secos en un cuenco grande: los copos de avena y el coco rallado.
• En el vaso de la batidora procesamos el resto: el plátano, el aceite, la pasta de dátiles (pincha aquí para ver cómo se hace) y el huevo.
• Vertemos el líquido anterior sobre los ingredientes secos poco a poco, removiendo la mezcla de vez en cuando, hasta que no admita más. En esta ocasión, utilicé toda la mezcla líquida.
• Con dos cucharas soperas vamos haciendo montones en un bandeja de horno con papel vegetal, dándole forma redonda de galleta. Les ponemos semillas de sésamo por encima y con el dedo humedecido en agua presionamos para que se peguen bien a la masa y no se despeguen una vez la masa se hornee y enfríe.
• Horneamos unos 15 minutos, hasta que empiecen a dorarse por los bordes. Dejamos enfriar unos 5 minutos con la puerta del horno abierta y luego sobre una rejilla hasta que estén completamente frías.
• Como cada vez hace más calor y llevan fruta, las conservo en la nevera desde el principio. El inconveniente es que se secan antes pero no se estropean pasados los días.

Extra

• Se pueden hacer con copos finos de avena, copos normales o harina de avena. También con harina de trigo sarraceno, de trigo integral… Admite muchas variantes.
• Para estas cantidades salieron unas 25 galletas no muy grandes que quedaron crujientes por los bordes y blanditas por el interior. Es cuestión de gustos, si te gustan más crujientes aumenta un poco el tiempo de horneado.
• Se preparan en un momento y cuando te das cuenta ya las tienes horneadas y todo recogido.
• Las semillas de sésamo aportan una cantidad interesante de calcio.

Y con esta receta que comparto como siempre, con mucho cariño, me despido hasta el próximo lunes. Si las haces, cuéntamelo 🙂