Te doy la bienvenida al contenido del primer taller de «Apadrina en Crianza», dentro del programa «Apadrina una familia» y que tuvimos el pasado 8 de mayo.
Imagen gratuita tomada de Freepik
Participaron: Selena (dos hijos), Mari (dos hijos), Estefani (un hijo), Vanesa (dos hijos), Doris (un hijo), Erika (dos hijas), Paola (3 hijos y uno en camino), Fefi (dos hijos y un nieto), Eva (5 nietos), Narci (dos hijos), Dunia (dos hijos), Vanesa (tres hijos) y Déborah (seis hijos y un nieto).
Las edades de sus descendientes son variables, abarcando desde bebés hasta la adolescencia.
Tratamos los siguientes temas:
- Gestión de las rabietas: comprendemos que los niños son personas que merecen un respeto e intentamos llegar al origen de su rabieta antes de actuar de manera descontrolada. Nos ponemos a su nivel, mantenemos el contacto visual con ellos, les hablamos con cariño, bajito aunque con firmeza, sin perder los nervios. Nos mostramos como las madres amorosas de nuestros hijos que somos.
- Tareas del hogar: los miembros de la pareja, cuando llegan a casa de trabajar, uno o los dos, ponen el contador a cero y comparten las tareas del hogar. El que se ha quedado en casa también ha trabajado. Los hijos son una decisión de ambos, por lo tanto, ambos comparten las tareas derivadas de ello. Sin excepción.
- Líderes de su casa: las madres deben convertirse en las líderes de su casa. Esto es convencer con pocas palabras, dialogar y no tratar a los miembros del hogar mediante el ordeno y mando y sin dar ejemplo porque esto las aleja de ser líderes y las acerca a ser personas totalitarias.
- Evitar contradicciones entre progenitores: si un adulto le dice una cosa a un niño, otro adulto en el hogar no puede contradecirnos ni quitarnos autoridad. Esto crea mucha inseguridad a los niños y los deja perdidos, sin saber a quien hacer caso ya que el niño es puro y por naturaleza quiere a sus padres por igual. Lo que nos tengamos que decir, que sea sin los niños delante y en otro momento.
- Ir a la biblioteca con los niños: la biblioteca del barrio es estupenda. Yo voy con mis hijas. Les animo a ir a buscar libros con sus hijos de cualquier edad. No sólo por fomentar el amor por la lectura, lo que les ayudará en el futuro con los estudios, sino por disfrutar de ese rato de leerles un cuento antes de dormir. La mejor manera de despedirnos de nuestros hijos cada día no es viendo la tele, es leyendo un cuento y soñando aventuras.
- Trabajar la paciencia: es muy importante tener paciencia con nuestros hijos, no gritarles ni insultarles bajo ningún concepto. Son personas y como tal merecen respeto. Para fomentar su autoestima también debemos alabar los logros sus niños. Pido a las madres que tengan siempre presente ese fragmento de la vida del inventor de la electricidad Thomas Alva Edison que les conté.
- Dar instrucciones concretas: pedirle a un niño que «se porte bien», «haga caso» o «sea bueno», es pedir un imposible. Los niños no entienden algo tan genérico y que es diferente según quien lo pida. Para ser eficaces educando a nuestros hijos y obtener buenos resultados debemos darles instrucciones concretas: cepillarse los dientes, hacer la cama, poner la ropa en la silla y no en el suelo… Y siempre desde lo positivo. En lugar de decirles «no vayas por ahí», les diremos: «ven por aquí mejor».
- Definir mejor qué es «portarse mal»: un niño no sabe que es portarse mal, él solo sabe portarse como un niño. En lugar de decirle que no se porte mal, cosa que no va a entender, debemos recordar el punto anterior y darle instrucciones concretas, evitando las fórmulas negativas por otras positivas.
- Hablar bajo: los niños no aprenden por lo que les decimos, sino por lo que hacemos nosotros. De nada vale decirles que no griten si nosotros nos comunicamos a voces. Trabajamos con voluntad para hablar más bajo en todos los niveles de nuestra vida. Y no sólo se trata de hablar bajo, sino de cuidar los modales, dar las gracias, pedir las cosas por favor, saludar cuando llegamos y despedirnos cuando nos vamos, etc.
- Dar mayor autonomía a los niños: para que nuestros niños sean adultos autónomos el día de mañana y además se sientan bien por sus pequeños logros, debemos enseñarles y darles autonomía desde que son muy pequeños. A cada edad le corresponde un nivel determinado de autonomía, podemos dejarnos aconsejar por las cuidadoras de la guardería que son profesionales de la educación infantil así como guiarnos por nuestro propio instinto. Cosas que los niños pueden hacer solos desde pequeños es tirar su pañal a la papelera, comer solos y beber de un vaso, cepillarse los dientes, ordenar y recoger sus juguetes, verstirse y desvetirse, poner y recoger la mesa, barrer, etc.
Nos volveremos a ver en el próximo taller del día 29 de mayo donde trataremos la aplicación y dudas surgidas; también profundizaremos más en cada punto. Y si da tiempo hablaremos de las fases del ciclo menstrual, cómo reconocer en que fase estamos y qué síntomas podemos tener, así como las medidas paliativas que podemos tener en cuenta para hacer mas llevadera la menstruación.
¡Muchas gracias!
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