Natalidad y pensiones

¡Hola! Menudos meses de elecciones hemos tenido en España. Me sorprende mucho que un tema tan esencial y sensible que nos afecta a todos, y que es el sostenimiento del sistema público de pensiones, se trate por parte de nuestros políticos de una manera tan superficial e interesada, y sobre todo, sin llamar a las cosas por su nombre. «Al pan, pan y al vino, vino», como diría nuestro refranero, y que a mí, me encanta (el refranero español digo, aunque el pan y un buen vinito de vez en cuando también 🙂 )

Tengo programada esta publicación desde hace mucho tiempo y la he ido posponiendo hasta hoy; en el fondo ha sido mejor así porque tenemos fresquita la reciente vorágine electoral. Mamá Economista ha estado procrastinando 😉 pero no por desgana ni por la famosa falta de tiempo de la que nos quejamos y que es una pequeña trampa en realidad: el tiempo es el que es, es el que tenemos (24 horas cada día) pero somos nosotras quiénes decidimos cómo usarlo y gestionarlo, estableciendo unas prioridades por encima de otras. Yo he procastrinado con esta publicación porque le he dado prioridad a otras cosas que me han ocupado mucho tiempo, amén de lo del día a día. Nada nuevo, todas estamos más o menos igual 😉

El sostenimiento del sistema público de pensiones es algo que nos afecta a todos, si no de manera directa, sí de manera indirecta. A mi edad me preocupa mucho que mis padres tengan garantizada su pensión de jubilación los años de vida que les queden (y espero que sean muchos) y también me preocupa mi propia jubilación.

Por parte de los políticos veo que tímidamente relacionan el mantenimiento de las pensiones futuras con un aumento de la natalidad hoy. Parece que tienen miedo a nombrar las palabras «familia» y «tener hijos», pero resulta que la base de las pensiones son los hijos que tengamos hoy, porque serán la fuerza de trabajo del mañana. Creo que la sociedad, como siempre pasa, va por delante de los políticos. La sociedad ha interiorizado, y es una buena cosa ésta, que el concepto familia no es solo la familia tradicional. Yo misma «fui» familia tradicional con mi primer marido, luego me divorcié pasando a ser familia monoparental y en la actualidad, «soy» familia reconstituida. Y no pasa nada. La sociedad va por delante y entiende el concepto familia como un espacio amplio de amor y convivencia. Pero los políticos, creo yo, siguen pensando que si hablan de «familia» y de «aumentar la natalidad», están cayendo en un discurso viejuno de otras épocas. Digo esto también porque creo que los políticos no leyeron el informe del INE a este respecto, donde queda de manifiesto que las mujeres españolas de media tienen 1,3 hijos cuando realmente quisieran tener 2,5 hijos, es decir, nos gustaría tener más hijos de los que tenemos, pero, por diversos motivos (económicos, laborales…) no es así. Con lo cual, si los políticos pusieran más atención a los ciudadanos y apoyaran la natalidad con medidas económicas y laborales, matarían dos pájaros de un tiro: harían felices a todas esas madres (y padres) que quieren tener más de un hijo y  no pueden, y garantizarían las pensiones. Sólo tendrían que mirar al norte de Europa…, pero claro, eso también pasa por ellos: reducirse los privilegios y disminuir el número de políticos y puestos de confianza…

El sistema de pensiones funciona de la siguiente manera: las cotizaciones actuales no se guardan en una cajita con nuestro nombre para que cuando llegue el momento de la jubilación nos lo devuelvan de manera mensual. Lo que cotizamos ahora va a una caja grande para pagar a los que son pensionistas de hoy. Y debido a que la esperanza de vida ha aumentado muchísimo, una persona que se jubila a los 65 puede vivir (y por consiguiente aunque parezca una obviedad, cobrar su pensión) durante 20 años más. Y eso solo contando con la esperanza de vida media, 83 años, pero en algunos caso pueden ser hasta 30 años más. Sin ir más lejos, dos de mis abuelos murieron a los 93 y 99 años…

Pero, si no hay fuerza de trabajo porque no nacen suficientes niños hoy, en una década podemos tener problemas, puesto que España se dirige hacia lo que los demógrafos llaman «extinción progresiva» debido al bajo número de nacimientos. No se registraba una tasa tan baja de nacimientos en 2016 desde hacía 30 años… O sea, que para los que nos toque jubilarnos en unos años, si no se toman medidas económicas de apoyo a la natalidad hoy, quizás nuestras pensiones de jubilación sean ridículas o inexistentes.

Y es que para más motivo de «preocupación», hace falta más de un cotizante por jubilado. O sea, que si vivimos más años, cada vez habrá más pensionistas, pero si no nacen niños, no habrá suficientes cotizantes para tanto jubilado. Por un lado, porque después de años de bonanza y por la especialización actual de los puestos de trabajo de ámbito privado pero también de ámbito público, las pensiones a pagar cada vez serán más altas en general (siempre hablamos en términos generales, espero que se me entienda bien, no quisiera molestar a nadie). Y por otro lado, la precariedad de los salarios actuales sobre todo en la gente joven, aquella a la que le quedan muchos años de trabajo para jubilarse y son los que, con sus cotizaciones de hoy, pagan las pensiones de jubilación de nuestros mayores hoy.

Vamos a hacer un cálculo sencillo tomando unos datos muy genéricos, que aunque inventados, pueden ser reales y muy ilustrativos: tenemos un español medio, que se jubila a los 65 años y fallece a los 90 años, o sea, durante 25 años va a cobrar su pensión de jubilación. Trabajó durante 40 años y su empresa cotizó por él un 29% de su salario bruto anual, que en números redondos fue de 26.000 € (lo hacemos así para no liarnos con los últimos años que son los que se toman para calcular la pensión a recibir):

26.000 €/año x 40 años x 29%= 301.600 €

Consideramos que en esos 40 años no hubo grandes cambios en el IPC y que el dinero se ha mantenido estable. Ahora dividimos su cotización por el número de mensualidades que va a recibir después de jubilarse:

25 años x 14 pagas= 350 mensualidades

301.600 € / 350 mensualidades= 861,71 €

Lo «ahorrado» durante 40 años de trabajo resulta ser una mensualidad muy por debajo de lo cotizado anualmente, y hay que tener en cuenta que nuestros pensionistas se manifiestan todos los lunes por una pensión mínima de 1.080 €, con lo cual: hacen falta dos o más  cotizantes por pensionista (según la pensión a recibir, cuanto más alta sea, más cotizantes). Los pensionistas aumentan en número porque la esperanza de vida es alta en España. Pero para mayor motivo de preocupación y que obvio con este planteamiento sencillo es que lo que se recauda de las cotizaciones de empresas y autónomos se utiliza no sólo para pensiones contributivas como la jubilación sino para muchos otros conceptos: pensiones no contributivas, bajas por IT, salarios de funcionarios públicos… Con lo cual: deben nacer dos o más niños por cada persona que se jubila cada año…

O los políticos se ponen las pilas de una vez, se quitan prejuicios y abordan este tema sin intereses electorales, o vamos camino del desastre. Pero lo cierto es que ya no sabe uno cómo exigir que se tomen medidas en este sentido, igual me pasa con la protección del medio ambiente. No me gusta perder del todo la confianza, pero sinceramente el panorama es desolador.

¿Lo ves tan claro como yo? ¿Te ha resultado fácil de entender? ¿O quizás interpretas el problema de modo diferente? Cuéntamelo, me encantaría conocer tu opinión.

Muchas gracias por leer hasta aquí. Si te ha gustado la entrada, dale a me gusta o mejor aún, compártela. Estaría genial que te suscribieras, así recibirás cómodamente mis publicaciones en tu buzón.

 

Un comentario sobre “Natalidad y pensiones

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.