Rezar con los niños

Rezo con mi hija pequeña todas las noches. Con mi hija mayor también rezaba todas las noches cuando era pequeña. Ahora que tiene 15 años, le recuerdo que rece antes de irse a dormir. Soy cristiana, católica y poco practicante. Tengo fe, creo en Dios, en la Virgen, en Jesús y en la Santísima Trinidad. Intento aplicar los valores cristianos cada día en todos mis actos y palabras y, no nos engañemos, no siempre lo consigo. Mis dos hijas van a un colegio donde existe la asignatura de religión y donde ésta se enseña de manera tierna, cercana y amigable. A mi hija pequeña le gusta entrar en las iglesias a saludar al “bebé Jesús”.

Imagen gratuita de Jason Goh para Pixabay

Podría escribir mucho sobre la persecución que sufrimos los cristianos incluso en Europa. Se confunde laicismo con atacar las religiones, sobre todo, la cristiana, mientras poco se dice de la ausencia de derechos para mujeres y niñas existente en otras religiones incluso en nuestras fronteras.

Si de verdad todas las personas que defienden la palabra “respeto” por el prójimo, ejercieran dicho respeto de verdad, no habría problemas con ser cristiano, ateo o lo que cada persona quiera ser. Pero existe una hipocresía enorme con la palabra «respeto»: se impone un pensamiento único que asume el respeto como «respeto sólo a los que piensan como yo».

Me gustaría que mis hijas no tengan que sentir miedo o vergüenza por tener fe cristiana. Me preocupa la situación de la sociedad, situación que se agrava con los problemas derivados de la crisis sanitaria: desempleo, pobreza, desilusión… Todos estos problemas terminan por generar un clima de odio sobre todo a los valores tradicionales y se utiliza cualquier causa para insultar a los cristianos o cometer actos de protesta dentro de las iglesias. Esta preocupación que siento hacia el futuro, por no decir miedo, me lleva a buscar soluciones, a hacer todo lo posible por mejorar mi situación (personal y profesional) y tomar las medidas oportunas para mantener la esperanza en alto, lo que no siempre es fácil. Esta preocupación, este miedo no me llevan a odiar, a plantearme renunciar a mi fe por más difícil que esté la situación en la actualidad y mucho menos a destruir la convivencia con todas las personas, sean como sean, piensen como piensen.

rezar con los niños

Rezar con los más pequeños no tiene por qué ser difícil ni complicado. Yo rezo las mismas oraciones que rezaba mi madre conmigo cuando era pequeña. Es tierno y bonito ver cómo unas simples oraciones tejen el hilo familiar. Y gratis 🙂

nuestras oraciones

Quizás las conoces, quizás no. Pero las comparto contigo con mucho cariño.

“Jesusito de mi vida,

Tú eres niño como yo,

Por eso te quiero tanto,

Y te doy mi corazón.

Tómalo, tuyo es

y mío no.

Amén”

 

“Ángel de la Guarda,

Dulce compañía,

No me dejes sola,

Ni de noche ni de día

A mi hija Cristina,

Que se me perdería.

Amén”

 

“Cuatro esquinitas tiene mi cama,

Cuatro angelitos que me la guardan.

Amén”

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La entrada “Rezar con los niños” se publica por primera vez en http://www.diariodeunamadreeconomista.com el día 1 de marzo de 2021.

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